Una de las dudas más comunes que existen en el mundo del levamiento de pesas tiene que ver con el sexo. Muchos se preguntan si hay diferencias en el entrenamiento entre hombres y mujeres. Esto parece una respuesta obvia, pero tiene muchos más matices de los que nos podríamos imaginar.

Hormonas, resistencia, glucógeno… Hoy trataremos todas ellas y también veremos algo que es más importante todavía: los objetivos individuales de cada uno.

¿Existen diferencias en el entrenamiento con pesas entre hombres y mujeres?

Sí, existen esas diferencias, pero con matices. Las principales tienen que ver con la composición de las fibras musculares, además de los niveles hormonales.

Ventajas masculinas

Por el lado de los hombres, la masa muscular suele ser superior. Esto se debe principalmente a la testosterona, que puede llegar a ser hasta 15 veces más elevada que la producida por una mujer. De este modo, tendrán más tamaño y fuerza por norma general.

Eso sí, la diferencia es mucho mayor en el tren superior que en el inferior. Por ejemplo, quizá un hombre tenga un press de banca naturalmente elevado incluso sin entrenamiento, pero no pasa lo mismo en ejercicios como las sentadillas o el hip thrust, donde la cosa se iguala y muchas mujeres logran superarlo.

Ventajas femeninas

No todo iban a ser ventajas para los hombres. Las diferencias del entrenamiento entre hombres y mujeres favorece a estas últimas en eficiencia. Como tienen un porcentaje graso más elevado, tienen una mayor resistencia a la fatiga, soportando sesiones de entrenamientos más largas.

Esto es debido a que ellas utilizan mejor los llamados triglicéridos intramusculares, tirando menos de los depósitos de glucógeno al contrario que los hombres. Esto le da ventajas en resistencia, recuperación y aumento de la frecuencia.

¿Hay diferencias en el entrenamiento entre hombres y mujeres que se deban seguir?

Al contrario de lo que se piensa, no hay demasiadas diferencias en el enfoque de entrenamiento que deben seguir. La mayor diferencia tiene que ver con las repeticiones, la frecuencia y el volumen, ya que una mujer funcionará mejor con sesiones largas y rangos de altas repeticiones debido a sus diferencias fisiológicas. En cambio, un hombre prefiere entrenamientos más cortos, explosivos e intensos.

Eso sí, todo dependerá de las metas de cada uno. A pesar de las diferencias, ambos pueden competir en diferentes disciplinas como fuerza, resistencia o velocidad, siempre que haya una correcta adaptación al entrenamiento.

Lo más importante: los objetivos individuales

Si bien existen algunas diferencias en el entrenamiento entre hombres y mujeres, lo más importante es el objetivo individual de cada uno. Expertos como Susana Fitness opinan que la verdadera clave y lo que te desmarca de verdad es la meta de crecimiento muscular que tengas y también el empeño que pongas para conseguir tus objetivos. 

De este modo, se pueden conseguir grandes resultados a pesar de tener diferencias fisiológicas. La clave es un buen entrenamiento, una buena alimentación y seguir la asesoría de profesionales que te sepan llevar. Si haces eso, le pones empeño y tienes paciencia, conseguirás incluso los objeivos más ambiciosos.

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