Uno de los mayores problemas que azotan la salud del mundo, es la temida obesidad. Por desgracia, no tenemos que mirar muy lejos para conocer personas con sobrepeso u obesidad. Es más, es posible que tú seas uno de ellos, ya que yo lo he sido durante muchos años, durante casi toda mi infancia y adolescencia.

Cuando estamos gordos, por norma general comenzamos una dieta y comenzamos a entrenar, ya que la causa física de la obesidad en realidad es tan sólo el superávit de calorías. Si estamos gordos es porque comemos más calorías de las que estamos gastando. Sin embargo, el error de médicos, entrenadores y nutricionistas, es no tener en cuenta los factores psicológicos de la obesidad. Estas son las causas reales de por qué estamos creando un superávit calórico.

Es un tema emocional

Por lo general, las personas que padecen obesidad, suelen tener detrás ciertos factores psicológicos y emocionales. Estos son los que causan sus malos hábitos alimenticios y su sedentarismo. Estas personas por mucho que intenten realizar una dieta hipocalórica y una rutina de ejercicios, acaban saltándose la dieta una y otra vez. Esto es debido a que tienen una necesidad psicológica con la comida.

Al final, todo esto es un círculo vicioso del que nunca se sale, ya que al ingerir comida basura y llevar una vida sedentaria, más se acostumbra nuestro cuerpo a ese tipo de alimentación. Además, se produce una disminución de la calidad del entorno hormonal. En concreto, hay más hormonas relacionadas con la subida de peso, como los estrógenos y un descontrol en la hormona del hambre, la leptina.

Por este motivo, es necesario conocer estas causas en profundidad. Si las conoces, vas a poder realizar un tratamiento correspondiente de las mismas y digamos, curarte en tu particular operación transformer. En cambio, si no las conoces, volverás a caer en los malos hábitos una y otra vez.

Causas psicológicas de la obesidad más comunes

Depresión

La depresión es un tema muy serio que a menudo no tiene la importancia que se merece. La depresión consiste en un estado de tristeza y apatía, en el cual simplemente no tienes la capacidad de ser feliz y no te gusta la realidad en la que vives. Algunas personas, entre las cuales me incluía yo, utilizan la comida como refugio ante la depresión, como una forma de placer y una vía de escape. Como la mente ha asociado el comerse una pizza con un momento de placer, algunas personas comen pizza para conseguir esas sensaciones placenteras. La persona come porque cree que la ayudará a acabar con la depresión.

El rechazo social causa la obesidad

Las personas a menudo somos rechazadas por nuestros semejantes, ya que vivimos en un mundo competitivo y en el que por desgracia, las personas carecen de toda empatía. No es de extrañar que muchos chicos gorditos sufran bulling y acoso escolar, algo que es un problema más difícil de llevar de lo que parece. Al igual que ocurre con la depresión, la falta de amigos y de compañía puede derivar en un abuso de la comida. Esto se hace con el fin de buscar esas sensaciones de placer y de entretenerte. El problema es que a más comes, más obeso te vuelves, más rechazo social padeces y más comes, creando así una rueda que no deja de girar.

Es una forma de evasión

A los seres humanos nos suele costar muchísimo trabajo tomar acción, ya que requiere hacer un gran esfuerzo, salir de la zona de confort y realizar cosas que no nos gustan. Algunas personas buscan excusas para no tomar acción. Estas excusas les permiten vivir de una forma más cómoda y a su vez, sentirse bien consigo mismos, culpando a otros factores en vez de a los propios. Las personas obesas suelen usar su obesidad como excusa para no tomar acción en ciertos aspectos de su vida. Algunos ejemplos son: «No voy a hablar con esa chica que me gusta porque estoy demasiado gordo» o «No puedo correr esta carrera porque me ahogo». También se escuchan algunas como  «No voy a entrar a ese trabajo porque me van a juzgar por mi físico», «No me esfuerzo en integrarme porque total, me rechazarán por mi cuerpo» y un sinfín de ejemplos más.

La obesidad viene por malas costumbres paternas

Los padres forjan nuestra personalidad de manera inimaginable. Desde que nacemos, la mente subconsciente va absorbiendo toda la información que recibe, la cual proviene en los primeros años principalmente de nuestros padres. A veces, nuestros padres, sobre todo si ellos tienen sobrepeso, nos pegan algunos malos hábitos que nos marcarán para siempre a la hora de cuidarnos.

Y de esto no hablo de hábitos externos como comer con refrescos y echar mucho aceite. Hablo de hábitos más profundos como el de comprarte chucherías cada vez que te pones a llorar, no ponerte freno a la hora de comer y sobre todo, tener ellos malos hábitos con la comida. Esto hará que el niño imite lo que hacen sus padres.

Pesimismo e incumplimiento de expectativas

Muchas veces, los seres humanos nos ponemos expectativas muy elevadas e irreales, las cuales si no se cumplen, nos hacen entrar en un círculo vicioso de pesimismo y depresión. Por ejemplo, muchas personas quieren perder peso fácil y rápido, llegar al verano con un vientre plano y un buen físico. Otros esperan que al conseguir eso, van a conseguir la validación emocional que están esperando de los demás. El mejor ejemplo es el de ligar más o que la gente te reconozca el mérito. Sin embargo, suelen ocurrir dos cosas:

En primer lugar, no se consiguen las expectativas y en segundo lugar, se consiguen, pero no son lo que esperan. El primer ejemplo lo sufrí yo en mis carnes y el segundo, lo sufrió un chico al que entrené, el cual perdió 40 kilos y consiguió adelgazar. El hombre, en vez de recibir la validación emocional que se esperaba, recibió críticas de la gente, con habladurías como que estaba enfermo, que se drogaba o que estaba muy feo así. Esto se relaciona con la obesidad en que, al final, al no conseguir tus metas, te desanimas de tal manera que lo dejas todo. Dejas el gimnasio, dejas de entrenar y de comer bien, haciendo que acabes volviendo al punto de partida o peor.

Obesidad por malas compañías

Muchas veces, no sólo nos padres nos han influido en el tema de ser obesos, sino también las compañías. Si te juntas con otras personas obesas, es posible que hayas adquirido de ellos hábitos alimenticios que te condenen al fracaso. También llamamos malas compañías a los que te inundan de pesimismo, diciéndote que no vas a poder adelgazar o los que se meten con tu físico constantemente. En definitiva son los que destrozan tu autoestima. Esto nos lleva de nuevo al problema del rechazo social y el refugio en la comida, además de hacernos ver la dieta como algo inútil y por ello, no hacerla.

Demasiada presión acumulada

Hay personas que están obsesionadas con el mundo del culturismo, lo cual hace que coman todo limpio, que vivan por y para entrenar y que pesen cada gramo de comida que comes. SI es tu pasión, te va a gustar, pero si realmente no lo es y lo estás haciendo por un objetivo externo (en la mayoría de los casos, gustar a los chicos o chicas), vas a explotar por algún lado. Al final, harto de la vida del culturista, vas a acabar con una presión mental muy alta. Irónicamente, esto termina haciendo que de golpe dejes todo, volviendo a una vida sedentaria y comiendo toda la comida que no has podido comer anteriormente.

Posibles soluciones a estos problemas psicológicos de sobrepeso

  • Disciplina: Siento que tengas que oír esto, pero la vida consiste en hacer cosas que no nos gustan En muchos casos, hay que disciplinarse a uno mismo para conseguir los objetivos, aunque nos cueste al principio. Si pese a estar mal, si pese a estar refugiándote en la comida decides tomar acción, al final no te arrepentirás. Al principio te costará horrores, pero poco a poco la química del cuerpo te irá acompañando y te sentirás mejor.
  • Encuentra otras formas de placer: La terapia de sustitución es algo que se lleva años en psicología, normalmente para dejar hábitos dañinos como dejar de fumar. Si tú encuentras placer en la comida, tan sólo tienes que encontrar otra forma de placer. Busca algo que te proporcione las mismas sensaciones y sustituir una con otra. Por ejemplo, un amigo mi dijo textualmente que cambió su pasión de comer bocadillos, por su pasión por la música. Esto fue algo que hizo que bajase de peso de forma considerable.
  • Realiza objetivos realistas: La falta de información hace que las personas se hagan objetivos irreales, como perder 30 kilos en 3 meses o ganar 15 kilos de masa muscular en mes y medio. Los objetivos deben ser realistas y con información contrastada, como por ejemplo siguiendo las 8 reglas básicas de la pérdida de peso. Si tienes objetivos realistas, podrás motivarte al cumplir los objetivos y continuar hasta lograr un objetivo mayor. Míralo como si fuera una escalera y tuvieras que subir escalón a escalón.
  • Algunos suplementos útiles: Hay algunos suplementos que ayudan a combatir el hambre, como por ejemplo el glucomanano.

Otras soluciones

  • No te obsesiones: Si has sido obeso, seguramente ahora no vayas a estar obsesionado con el gym ni vayas a ser culturista profesional, al menos de momento. Este es el error de muchos entrenadores, que se creen que sus alumnos tienen la misma pasión que ellos para entrenar. Acaban metiéndoles demasiada presión y dándoles objetivos irreales. Mejor empieza poco a poco y no vivas para entrenar, sino entrena para vivir.
  • Rodéate de personas positivas y motivantes: Las compañías que tengas son fundamentales y marcan la diferencia entre obesidad y físico saludable. Evita a las personas tóxicas y a las que te inundan de mensajes negativos sobre tu cuerpo. En cambio, busca a personas que te ayuden, que te motiven y que crean en ti. De esta forma, tendrás mayor motivación para perder peso.
  • Corrige todos tus malos hábitos: Al igual que vas a dejar de comer comida basura para sentirte bien, piensa bien en los hábitos alimenticios que sigues. Por ejemplo, si te gustaba comer cada vez que suspendes un examen, también cambia ese hábito por algo que te resulte placentero. Por ejemplo, puedes jugar a la consola o salir a correr. La cosa es detectar todos los momentos en los cuales te refugiabas en la comida y cambiarlos por otros hábitos más saludables.
  • Trabaja en solucionar tus otros problemas: Por mucha disciplina que tengas, si estás con depresión, tienes graves carencias afectivas y graves carencias emocionales. Por esta razón, debes primero solucionar estos problemas, ya que realmente son la causa de raíz de tu obesidad. Para ello, si es necesario solicita la ayuda profesional de un psicólogo para poder superar este tipo de problemas. En cualquier caso, deberás esforzarte y tomar acción todo lo que puedas.

También es importante la información para combatir la obesidad

Para finalizar, quiero recordarte que no sólo son importantes estos factores psicológicos a la hora de perder peso. La información es importante, ya que los viejos mitos alimenticios nos llevan al efecto rebote y nos condenan al fracaso.

En blogs como este, nos gusta luchar contra la ignorancia y te lo contamos de forma fácil y entendible, sin tecnicismos ni nada que no puedas entender, ya que somos como tú. Somos gente normal a la que nos gusta entrenar y estar en forma, pero que no estamos obsesionados con el gimnasio. Recuerda que esta es la mejor cura contra la ignorancia, lo cual es el billete directo al cuerpo y salud que tanto deseas.

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